Protector solar infantil

¿Qué son los fotoprotectores infantiles? 

Son aceites, brumas, cremas, sprays, lociones, leches... tienen como función ayudar a la piel a protegerse de la exposición solar para prevenir sus efectos nocivos. 

Todos contienen un Factor de Protección Solar (FPS) esto cuantifica la potencia del filtro solar, es decir, nos indica cuantas veces más puede estar nuestra piel expuesta a la radiación sin sufrir un enrojecimiento, un FPS 10 quiere decir que si nuestra piel tarda 5 minutos en empezar a enrojecerse aplicando el fotoprotector tardará unos 50 minutos, cuanto mayor es el FPS más tiempo estamos protegidos.

Los fotoprotectores ejercen una pantalla física o química temporal sobre nuestra piel por lo que no debemos olvidarnos de renovar la protección cada dos horas, de esta manera ayudaremos a prevenir esas molestas quemaduras por la exposición solar y la descamación de la piel que se produce después.

Beneficios de los protectores solares:

• Reducimos las probabilidades de padecer un cáncer de piel u otras enfermedades cutáneas.
• Evita la aparición de manchas.
• Evitamos el eritema o quemadura solar. 
• Hidrata la piel.

¿Cuándo utilizar el protector solar?

Hay que utilizarlo todo el año pero sobretodo en la época estival que es cuando tenemos el sol más cerca de la tierra y la radiación es mayor por lo que las quemaduras solares se producen con mayor frecuencia. 

Aunque el día esté nublado debemos aplicarlo, porque a pesar de que no veamos el sol la radiación solar nos sigue llegando y con mayor intensidad, las nubes contienen vapor de aguar que refleja la radiación y la multiplica.

En zonas mas próximas al Ecuador hay que tener especial cuidado ya que por su ubicación son los lugares que mayor radiación reciben.

Además, tenemos que tener en cuenta el espectro de radiación que cubren y elegir siempre un de amplio espectro ya que cada tipo de radiación produce daños diferentes, la UVB actúa en la capa superficial bronceando la piel y provocando las quemaduras solares, la UVA es la responsable del fotoenvejecimiento, la radiación visible genera radicales libres que atrofian las células de las capas más internas y la radiación infrarroja es la responsable de la pérdida de firmeza y elasticidad. 

¿Qué tipo de fotoprotector necesita tu piel?

Para elegir un fotoprotector debemos tener en cuenta dos cosas, la primera es el fototipo de nuestra piel y la segunda es si nuestra piel presenta alguna característica especial piel sensible, alérgica, atopia... 

Fotoprotectores según el tipo de piel: 

• Pieles secas o muy secas cremas o leches, ya que ejercen un efecto hidratante.
• Pieles normales loción, spray, aceites... 
• Pieles sensibles o reactivas, los fotoprotectores que indiquen que su composición está especialmente preparada para este tipo de pieles. 

Consejos para utilizar fotoprotectores solares 

Debemos aplicar el fotoprotector  media hora antes de la exposición solar.

Siempre debemos renovar la protección cada dos horas y sobretodo si estamos muy expuestos a la radiación solar no debemos olvidarnos, una vez ya no estemos expuestos hay que utilizar una crema reparadora para ayudar a nuestra piel a rehidratarse y regenerarse.

No debemos olvidarnos de que el mejor complemento que podemos tomar en verano es un fotoprotector oral que nos ayuda a evitar las quemaduras en esas zonas que no nos hemos puesto bien la crema, nos ayude a prolongar el bronceado y es ideal para los mas peques de la casa que muchas veces no se dejan poner bien la crema o para pieles muy sensibles o con problemas dermatológicos.

¿Qué cantidad de fotoprotector debo aplicarme? 

Uno de los errores más frecuentes que cometemos es el de no saber qué cantidad aplicarnos y normalmente nos quedamos cortos, debemos aplicar unos 2 mg/cc. Esto quiere decir que para proteger bien todo nuestro cuerpo debemos utilizar unos 40 gr de protector, lo que equivale a unas seis cucharadas de café repartidas de la siguiente manera: 

• Una cucharadas para los brazos.
• Dos cucharadas para las piernas.
• Tres cucharadas para el tronco. 

Teniendo esto en cuenta no hay que olvidarse de esas pequeñas zonas como las orejas , párpados, dorso de los pies... que suelen caer en el olvido.